martes, 17 de noviembre de 2009

Lazos Celestes: 1 de (quien sabe)

-Era solo una noche lluviosa más en Montevideo, las gotas golpeaban con fuerza el vidrio del auto, la lluvia, casi temporal, caía con mucha fuerza sobre la calle, parecía una catástrofe, como si una alineación planetaria hubiese ocurrido para desatar una rabiosa lluvia sobre Montevideo.- Pensaba ella mientras conducía su auto negro. -Solo unas cuantas cuadras más y llego hasta lo de Lucía, aunque… ¿por que apurarse? Esto es lo lindo de las tormentas, la gente tiene miedo a mojarse y entonces queda toda la ciudad para mi sola. – No es que ella odiara a todas las personas, es sólo que odiaba la forma única de pensar de las personas, para ellas eran casi todas las personas iguales, “Esto es bueno porque lo dice alguien”, “El es lindo porque encaja en el paradigma social de belleza”, “La lluvia es mala porque moja”, etc. Dobló en una esquina para demorar un poco más de tiempo cuando de la nada cae un rayo frente a su auto –que raro, pensó- mirando un pararayos a unos cuantos metros, además ella sabía que a esa distancia debería estar completamente muerta. En el lugar donde había caído el misterioso rayo ahora se encontraba una persona aún más misteriosa – ¿se encuentra bien?- preguntó corriendo hacia la persona. La misteriosa persona, mejor dicho, el misterioso hombre estaba ahí parado mirando el suelo, ella continúo haciendo la misma pregunta – ¿usted se encuentra bien, señor?- cuando de repente el hombre levanto la cabeza y la miro directamente, camino hasta ella, le puso un dedo en la frente de la chica inmóvil, los ojos del hombre comenzaron a brillar de una manera extraña, su boca parecía murmurar algo, ella, aterrada intentaba escapar pero su cuerpo no respondía, luego todo se comenzó a nublar hasta que al final se desmayó.

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